Entrevistamos a Juan Checas, agricultor en Adra
En esta ocasión, hablamos con Juan Checas, agricultor de Adra, que ha apostado por la innovación en sus invernaderos como una forma de mejorar la rentabilidad sin necesidad de ampliar su explotación. Con el precio del suelo agrícola cada vez más elevado, Juan decidió buscar una solución más inteligente: sacar el máximo rendimiento de lo que ya tiene.
¿Cómo conociste los servicios de Svensson?
Decidí poner las mallas Svensson para reducir la entrada de plagas, sobre todo de mosca blanca y pulgón. Un vecino cercano las tenía instaladas y me habló muy bien de ellas, así que me animé a probarlas. La recomendación de alguien de confianza y ver los resultados de primera mano fue lo que me convenció.
¿Qué problemas tenías antes de poner la malla?
Principalmente, la alta incidencia de plagas, especialmente durante el verano. Cultivar en esa época del año se estaba volviendo muy complicado por las altas temperaturas y la presión de insectos. Además, la ventilación dentro del invernadero era insuficiente, lo que afectaba al desarrollo del cultivo. Con otras mallas, era impensable mantener una plantación de pepino en verano en buenas condiciones.
¿Por qué decidiste instalar pantallas climáticas en tu invernadero?
La decisión surgió de la necesidad de innovar. Hoy en día, todo el mundo está pendiente de comprar más tierra o ampliar fincas, pero los precios han subido a niveles desorbitados. Yo me pregunté: ¿Y si en lugar de invertir en más terreno, invierto en mejorar lo que ya tengo?
La idea fue clara: sacar más rendimiento de la finca actual, haciendo mejoras que me permitieran aumentar la producción y la rentabilidad, sin depender de ampliar la superficie cultivada. Porque ahora mismo, o mejoras el rendimiento, o no sobrevives.

¿Cómo es el funcionamiento de las pantallas y cómo las usáis?
Aunque pueda parecer sencillo, el uso de las pantallas climáticas no lo es tanto. Hay que conocer bien el invernadero, observar sus necesidades y adaptar el uso de las pantallas según la época del año.
En mi caso, durante el cuajado, quitamos mucho blanqueo del techo para aprovechar al máximo la luz. Pero esto genera un problema: un exceso de luz y temperatura en las horas centrales del día, que provoca estrés en la planta y el consiguiente aborto de frutos.
Lo que hacemos con la pantalla es programarla para que se cierre automáticamente al mediodía, según la radiación solar. De esa forma, conseguimos reducir el estrés de la planta, bajar la temperatura, disminuir la radiación directa y así evitar la pérdida de frutos en las horas más críticas.
¿Qué resultados has obtenido gracias al uso de la pantalla de sombreo y ahorro energético Harmony 3845?
Los resultados han sido claramente favorables. Como todo lo nuevo, requiere un proceso de adaptación, pero hemos notado menos pérdida de fruto durante el verano y, en invierno, un aumento de la temperatura dentro del invernadero, lo que ha mejorado notablemente la calidad de la fruta en las cabezas del pimiento.
Es un proceso de mejora continua. Todavía estamos aprendiendo a manejarla y afinando su uso, pero estoy convencido de que, con el tiempo, los rendimientos seguirán aumentando. Como en todo en el invernadero, nada funciona al 100% desde el primer día. Hay que adaptarse, observar y mejorar.
Lo importante es que funciona, y eso ya es mucho.
Cuéntanos un poco más sobre ti
Mi historia es parecida a la de muchos agricultores de esta zona. Empecé desde niño, ayudando a mis padres en el invernadero, como la mayoría de la gente en mi pueblo. Es lo que hemos vivido desde pequeños, lo que hemos mamado. Lo llevamos en la sangre.
Mi familia empezó cuando mi abuelo plantaba en la zona del río de Adra, y desde entonces hemos seguido con esta tradición. Es nuestra vida, lo que amamos y lo que queremos seguir haciendo mientras podamos.
“En lugar de buscar más tierra, busqué más rentabilidad. Con las pantallas climáticas Svensson he conseguido reducir el estrés en las plantas y mejorar la calidad del cultivo.”